'BOHEMIO' RESPONDIÓ
En una extensa nota que ha llegado a los medios de prensa con pedido de difusión, el Sr. Alejandro Korz expresó:
"TE CONFIESO NO SE DE FUTBOL NI ME INTERESA
Dicen los diarios de ayer que el Centro
Simón Wiesenthal pidió sanciones contra el Club Atlético Atlanta porque se
entonaron cánticos que incitaban al “odio y la discriminación” en ocasión del
partido con Chacarita Júniors...
Esta historia, es la Segunda Parte (y ya
se sabe segundas partes nunca fueron buenas...) porque en el 2012 hubo una
intervención (del Centro Wiesenthal) a la inversa que concluyó con la quita de
un punto al conjunto de San Martín, entonces hoy se golpean el pecho, diciendo
ven nosotros denunciamos” a todos” . La verdad equiparar lo hechos es de una
ignorancia y un grado de miseria lamentable. Lo que sucedió en el 2012, además
de que los cánticos fueron masivos, es que ni bien finalizó el cotejo se paso
a la acción, “no es lo mismo decir Ahí viene Hitler por el callejón matando
judíos para hacer jabón” (que obviamente también es repudiable) que cinco
minutos después entre gente con palos y piedras a una tribuna y querer llevar la
amenaza a la práctica, donde solo había jugadores y dirigentes y que terminó
con varios lesionados algunos de gravedad, pero la verdad no es lo nuestro
ponernos en víctimas, por suerte hoy nuestros compañeros están recuperados, con
algunas operaciones, algunas cicatrices en el cuerpo y en el alma pero la
mayoría dispuestos a reinicidir en la “locura” de concurrir a un estadio, a
pesar de los pedidos de la familia y donde deberíamos ser “cuidados” por la
Policía, la empresa de Seguridad (que aprantemente eran barras bravas con
chaleco) , el Club Organizador, etc,
Volviendo a los cánticos (que tanto
preocupan al Centro Wiesenthal) al parecer cuando se juegan partidos de primera,
tienen los oídos tapados (que sabio era el Martín Fierro en eso de “la ley es
tela de araña en mi ignorancia lo explico no la tema el hombre rico, no la tema
el que mande pues la rompe el bicho grande y solo enrrieda a los chicos!!) está
próximo el River vs Boca y si no escuchan los cánticos de la hinchada de River
evidentemente es porque el “Fútbol para todos” todavía no les llegó a sus
oficinas, o como dijo Sergio Widder (representante del Centro Wiesenthal) ,
ante el llamdo que le realizamos y que es el título de esta nota “Te confieso
que no se de fútbol ni me interesa”
Honestamente, creo que si tenemos que
condenar a todos los clubes por los cánticos xenófobos, tendremos que formar
una tabla paralela, digamos sin rodeos ni hipocrecías que el repertorio de
las hinchadas tiene una cantidad enorme de ofensas porque el objetivo
precisamente es humillar al otro con lo que “supuestamente” más le duele:
algunos pensamos que ser de nacionalidad boliviana o paraguaya no tiene nada de
malo, por el contrario son países vecinos y pueblos hermanos pero también
entendemos que los que cantan lo hacen con ánimo de ofender, lo mismo cuando se
trata al otro de negro, judío, villero, o los cánticos homofóbicos.
Después hay otras consignas que incluyen
amenazas de muerte o en jactarse de “batallas ganadas”, donde hubo muertes de
por medio, por eso este es un fenómeno para discutir con seriedad, por gente
que va a los estadios y que busca soluciones en base a propuestas y no
presencia en los medios, sin conocer los hechos. Discutir porque solo el
ascenso se jugaba sin visitantes, pero cuando descendió River, el Nacional B se
abrió para los visitantes, la prioridad era la seguridad o el negocio? o
porque ahora y antes de las elecciones no hay visitantes en las canchas, pero
claro plantear estas cosas es peligroso porque puede traer castigos de verdad y
vivimos en una sociedad donde la mayoría sigue teniendo miedo de meterse si no
le tocan algo personal (en especial el bolsillo) .
El que escribe estas líneas ha planteado,
a falta de visitantes, llenar las tribunas de Boca y River con los chicos de
las escuelas acompañados por los padres y los docentes, para instalar una nueva
generación de hinchas, y entregarles material informativo con una campaña contra
la violencia, que haga hincapié que el rival es adversario y no enemigo...
Cuando tiré esta idea alguien me refutó quien pagaría los micros o los seguros,
y la respuesta es obvia los mismos que pagan los de las barras... pero con otro
gusto no?
El tema es más complejo de lo que parece,
porque además hay que entender otro fenómeno moderno que se da con o sin
visitantes, que son las peleas entre las propias hinchadas, por plata en
Primera , por poder en el Ascenso , por lo que sea, pero son parte de una
realidad que debemos combatir.
Cada caso es distinto y debe analizarse
de esa forma, sancionar a un club por un grupúsculo minoritario, que no
representa a nadie más que a si mismos y a sus intereses, y constituyen una
enfermedad que ataca a todos los clubes (todos tenemos un grupo de
simpatizantes que nos dan vergüenza que usen nuestros colores ) , cuando cantan
por un breve momento, son ignorados por el resto de los presentes y llamados a
silencio por la voz del estadio, es entregarle una herramienta de presión a
los violentos, que muchas veces están enfrentados con los dirigentes que no
aceptan otorgarles prebendas .
Tengo 11 años como dirigente de mi club, 3 como Vicepresidente 8 como
Presidente, nunca utilicé mi historia personal (y no es la intención
empezar
ahora) como argumento para defender algo
que entiendo que debe quedar en una cancha, y donde ganar, empatar o perder son
circunstancias del juego y estoy orgulloso que en mi club nadie haya querido
hacer justicia “por mano propia” por lo que sucedió en San Martín.
Si debo decirles que como la gracia es
tratar a los de Atlanta de “judíos” en los últimos años, los cánticos ya no
tienen que ver con el Holocausto y la reivindicación de los crímenes del
nazismo o la recordada lluvia de jabones con las que fuimos recibidos en el
estadio de Defensores de Belgrano, hoy las referencias son a la Embajada de
Israel y a la AMIA (las banderas con esvásticas fueron reemplazadas por otras
que dicen por ejemplo “ATLANTA ALL BOYS TE AMIA”), los dos únicos atentados que
sucedieron en nuestro país, en democracia y que continúan impunes y saben que lo
que más bronca me da es que pasaron casi 20 años y siga siendo una “Asignatura
Pendiente” y que muchos de los que deberían encabezar los reclamos se quedan
paralizados por el miedo cuando deben hablar con un funcionario, como si
reclamar justicia puede ser un acto que genere enemigos y son tan cobardes que
deciden hacerse los guapos con los “perejiles” que ponemos tiempo y dinero para
sacar una institución adelante y piden sanciones para los clubes, claro nada de
identificar a los delincuentes y alejarlos de los estadios...
Entonces, y antes de volver a dedicarnos
a lo nuestro que (con aciertos y errores) es gestionar un club que no tenía
sede social y debimos pelear por la expropiación de los terrenos, donde se caían
los tablones de las tribunas y las reemplazamos por cabeceras de cemento, y lo
único que abundaban eran los juicios, quiero decirle a los representantes del
Centro Simón Wiesenthal que hagan honor al nombre que llevan y si el fútbol o
los clubes no les interesa, lo dejen para los socios y dirigentes honestos,
que levantamos a una institución centenaria de las ruinas,.
Atlanta no es un club judío, ese en todo
caso es el trato que le quieren dar muchos de los antisemitas abiertos y
encubiertos, que lamentablemente todavía existen, pero hablamos del mismo
país donde estos fachos estaban felices porque desaparecieron los “banco
étnicos” (según dijo el entonces Presidente del Banco Central cuando fue la
caída del Patricios y el Mayo) y se cerraron muchas instiuciones educativas de
la colectividad judía y Atlanta (para ellos el club “de los judíos”) era el
único que había perdido la sede social y estaba al borde de desaparecer,
logramos recuperarnos, como hay ejemplos de fábricas recuperadas, en nuestro
caso somos “un club recuperado” por la lucha de socios, simpatizantes y vecinos,
y una dirigencia convencida de encabezar esa batalla y de la importancia de ser
la institución más antigua del barrio, y que no le interesaron los negocios
inmobiliarios, estamos abiertos a la comunidad, y recibimos el aporte de todos
porque somos del barrio que tan bien describió Alberto Vaccarezza en el
“Conventillo de la Paloma” y optamos por estar del lado de los que pelean porque
no se cierre ni un solo hospital, ni una escuela, ni un club.
Con este tipo de planteos, el Centro
Simón Wiesenthal queda muy lejos de la tarea de perseguir a los que a alientan
al odio y a los asesinos que están libres y sueltos, desvía fuerzas y confunde
el enemigo y les pedimos por favor que no les tiemble la voz ni las piernas,
para abocarse a reclamar justicia y realizar aportes donde corresponde que
los familiares, amigos de las víctimas y la sociedad en general se lo vamos a
agradecer.
Alejandro Ezequiel Korz
Presidente
Club Atlético Atlanta"
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