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miércoles, 24 de noviembre de 2010

ESPACIO ENRIQUE NADER (Fútbol Profesional)

PATRONATO (ER) 3 - CHACARITA 1
EL PATRONATO ES CHACARITA


El concepto de "Patronato" es, palabras más palabras menos, institución con fines benéficos ... Y este Chacarita versión 2010 es un benefactor de todos los rivales que enfrenta ... ¿no le parece?

Problemas de orden técnico nos obligaron a no ofrecer con anterioridad el comentario del último partido de Chacarita, pero igualmente transcribimos la opinión que el mismo le mereció a los colegas de EL DIARIOn line de Entre Ríos a quienes le agradecemos la gentileza:


"Ezequiel Re

El Negro sacó su amor propio, puso el alma en cada jugada y dispuso de la vergüenza deportiva para buscar quebrar una historia que parecía terminada. Patronato perdía 1 a 0 anoche en el Grella ante 10.000 personas. Chacarita estaba cada vez más atrasado en la cancha y la derrota era un viaje casi sin retorno. Pero adiós a los malos augurios. Esta vez los hinchas no cantaron en contra. Esta vez le pusieron la voz de aliento.Y en cancha acompañaron los cambios tácticos. Roth fundamental. Se despertó Urresti y apareció la mejor versión de Patronato. La de los huevos que tanto pedía el tablón, pero que esta vez acompañaron con una sinfonía esperanzada. La de apoyo al equipo aguerrido. Fue fiesta en el Grella. El desahogo. Los triunfos que se disfrutan, se paladean, no se olvidan. Las que obligan a los abrazos interminables, de los jugadores en cancha, de los hinchas en la popu y la platea también. Alba decretó una victoria parcial inmerecida. Pero Jara trajo algo de justicia a los 36. Más justicia trajo Gutiérrez cuando de primera y contra el palo derecho puso el 2 a 1. Y el broche de oro fue de Roth. Jugó pocos minutos pero fue figura. Tomó una pelota y sacó un zapatazo que murió en el ángulo superior izquierdo. Arriba y lejos de Tauber. Emotivo y emocionante. La fecha 15 tenía el gusto de la derrota, pero en los 10 minutos finales Patronato fue Patrón. Arrancó el partido con vértigo, se embarulló y se fue al vestuario perdiendo. Salió a jugar con pocas ideas, pero sin renunciar a la búsqueda del empate. Roth entró y volvió el fútbol. A sus pies rendido un balón. Así ganó el santo. Un partido clave para quebrar la mala racha. Y volver a ser el Patronato que quiere la gente. Que ayer volvió a demostrar la gente que quiere y lleva en el corazón. EN EL FINAL, SALIO EL ALBA. Un más de lo mismo cada vez que juega en Paraná. El arranque del partido tuvo el mismo inicio, y el final también. Con su gente alentando y tratando de meter a su rival en su arco. Con más guapeza que fútbol, con más vergüenza que ideas. Con el argumento conocido. Ahogar al rival, quitar la pelota y buscar el desnivel con el desequilibrio de los carrileros o a través del pelotazo largo hacia la posición por derecha de Diego Jara. Y como un calco, el rojinegro se hizo dueño de la pelota, sumó posibilidades de gol las que dilapidó o cuando concretó tuvo el acompañamiento cómplice de una mano malhabida de Leopoldo Gutiérrez. Fina, pero existente al decir del árbitro Silvio Trucco. Y como otras anteriores jornadas en el Grella, el santo dejó que su rival se agrande. Un rival que está lejos de aquel Chacarita campeón Metropolitano de 1969 que ganaba, gustaba y goleada. Pero aquí aprovechó los espacios, los errores defensivos y a un inspirado Alba. Aquel que fue desequilibrante vistiendo la camiseta de Unión de Mar del Plata ante el propio rojinegro en el Argentino A pasado. Ya denunciaba el santo problemas a la hora de la marca ante el esquema de contragolpe (4-4-2) propuesto por Zucarelli. Desacoples de Soto especialmente pero que Moreyra acompañó en la jugada del gol cuando el primer tiempo se iba en un suspiro. Perdió el defensor casi en el sector medio quien volvió a paso lento dejando un espacio importante vacío. Y cuando un defensor se va deja ese espacio vacío, aprovechado y explotado por la dupla Villegas-Alba. La sociedad que terminó en un golazo con un disparo de Alba contra el palo izquierdo. El silencio de los inocentes en el Grella. Un estadio mudo dentro y fuera de la cancha. De un equipo que no se mostraba como tal y entonces invitó al rival mas limitado a que le cascotee el rancho. Así Chaca, que llevaba seis partidos sin convertir y 44 minutos sin atacar en el partido, se fue al vestuario con la sonrisa ancha por la victoria parcial. RAFAGA DE GOL. El segundo tiempo ofreció también el mas de lo mismo en el arranque. Con la necesidad de ir a invertir en una mejor suerte Patron tuvo la intención de asumir el protagonismo. Molestó a Tauber con un centro de Gutiérrez sin suerte de gol de Jara. Entonces sí el click. Entró Roth para sumar fútbol y se modificó el sistema. Ya sin Guzmán en cancha el volante central fue Echague. Con Roth el esquema pasó de 4-4-2 a 4-3-1-2. ¿Y Chaca? Jugó a el aguante y a la contra Villegas-Alba. Los minutos fueron sucediendo. El Negro acumulaba gente pero no ideas a pesar de las intenciones de Roth, en ataque donde Tauber agrandaba su imagen en los reiterados centro al segundo palo, a las dos manos del guardavallas. Y ante la falta de ideas el manotazo del derrotado, pero que dio resultados. A la cancha un delantero (Bauman) y afuera un carrilero (Espínola). Casi tres atacantes, poca contención y jugar a la ruleta de la táctica. Chaca cada vez más atrás. Un doble cinco deja la cancha (Santana, además amonestado) y a la cancha un defensor a embarullar, molestar y hacer pasar el tiempo. Hagan juego señores. Zucarelli apostó al aguante, Zielisnky al ataque. Y esta vez la historia no tuvo el mismo final, de derrotas y caras largas. Porque en una jugada rápida, desesperada pero llena de esperanza entre Roth, Urresti, un disparo, un rebote y una pelota que quema pero cae en los pies del goleador, de Diego Jara. Contra el palo derecho y el gol del esfuerzo, mas que del juego. ¿Ya está? No. Urresti mostró su mejor momento en partido, abrió la cancha y encabezó el ataque del gol de Leopoldo Gutiérrez. Frío y calculador, el delantero la metió contra el palo izquierdo. Roncas las voces de los hinchas santos, perplejas las miradas de los jugadores de Chacarita. Que no entendían que pasaba. Y si algo faltaba era el la frutilla del postre. Roth metió un golazo que despertó la fiesta dentro. Patronato le ganó a un grande, que tal vez hoy no muestre su mejor cara. Pero es Chacarita. Y ganar era importante. Tan importante como festejado. Un triunfo desde adentro, desde el alma."

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